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viernes, 25 de septiembre de 2015

¡Respondo...hondo!



Publicaré lo siguiente, a partir de algunas preguntas que me han hecho en privado; y siendo como una forma de responder, lo hago por aquí, porque yo, en algunos temas que no son íntimos, no tengo por qué recurrir a artilugios (mensajería privada, en otra palabras). Me preguntan que si ¿yo soy Chavista? Bueno, entonces debo comenzar por lo siguiente:

Cuando Chávez irrumpió en la Casona (Palacio Presidencial - Miraflores), confieso que no me gustó su actitud, porque consideré en aquel momento de la historia contemporánea de Venezuela, si bien es cierto que la estructura política nacional-gubernamental, dejaba mucho que desea, el proceder tácito no debió ser, habiendo mil y una forma de actuar, conforme a la realidad y las circunstancias.

No obstante, desde ese momento, comencé a hacerle un seguimiento a Chávez, precisamente desde que lo privaron de libertad, hasta el momento que dejó el plano existencial, que usted, tú, mucho, yo, compartimos. No obstante, cuando se postuló a la Presidencia de la República de Venezuela, una voz interior en mí, dijo: ¡Quizás este es el hombre, el presidente que necesita Venezuela! Y hasta allí lo dejé

Luego, me fui a trabajar a la Isla de Margarita (uno de los peores episodios de mi vida, pero no el único); y en una oportunidad, caminando por la una calle adyacente a la Avenida "4 de Mayo" en Porlamar (me encanta esa locación), de repente comencé a escuchar como especie de un murmullo o un mega murmullo, mejor dicho, en el ambiente; y vi que una marejada de personas se acercaban hacia donde yo estaba; pero como no sabía que estaba pasando, y sentí miedo por el fervor de la gente que se aproximaba, opté por montarme en un árbol (el problema fue bajarme), y desde allí comencé a ver el transitar de las personas aglomeradas, y en el centro de ellas, un tipo grande de estatura (tiempo después comprobé que también era grande en pensamientos), mal encarado, que caminaba apresurado, y llevaba puesto un jean y una camisa de cuadros rojos y negros (o viceversa), que en ese momento no reconocí, pero que al verlo, se me crispó la piel, y lo que sentí, no fue nada normal.

Entonces, al pasar el maruño de personas, me baje del árbol (con una y mil piruetas) y le pregunté a un señor que allí se encontraba, al píe del árbol: ¿Dígame algo, quién es ese tipo que va vestido con un jean y una camisa de cuadros rojos y negros? Ante lo cual, me respondió ¡Hijo, ese es Hugo Rafael Chávez Frías, que anda en campaña presidencial! ¡Caray! y de broma no me dio un telele, mientras que se me volvió a crispar la piel, al saber que se trataba del flaco aquel de aquella frase: "Por ahora". Admito que no lo reconocí, porque estaba más repuesto que cuando lo vi en televisión, luego de su irrupción en el Palacio de Miraflores; al igual que admito que la sensación al verlo fue descomunal y cuasi-inexplicable.

Pasados los días, y en el fragor de la campaña presidencial del año 1998, me comenzó a gustar la idea de tener a Chávez como Presidente de la República de Venezuela; pero no voté por su candidatura, porque no hice el cambio de residencia (en el debido momento) de Aragua a Nueva Esparta. Pero me gustó saber que a los pocos días, Hugo Rafael Chávez Frías, se convirtió en el Presidente Constitucional de mi país, de mi amada Venezuela...simpatizándome su proceder y todo lo que con él, se avisoraba para el futuro de la nación venezolana.

Siguió transcurriendo el tiempo, y continúe apoyando a Chávez, entonces respondo a quien me preguntó que, si apoyar a una persona, en el caso particular, a Chávez, es ser "Chavista", pues, si me puedo considerar Chavista...aunque, soy de los que siguen ideas, pero no personas. Por tanto, para nadie es un secreto mi simpatía con el personaje en el que se centra el contenido de esta publicación, en su debido momento lo manifesté y recuerdo que mi siempre recordado amigo Rigoberto Alvarado, me recriminaba mi simpatía por Chávez...y sin titubeos, 17 años después, sostengo mi simpatía por él, a pesar que en el momento que comenzaron las expropiaciones, me distancié de esa simpatía, pero sin dejar de seguir su persona y todo lo que hacía o dejaba de hacer.

Ahora bien, necesito aclarar el por qué de mi distanciamiento con el Presidente Chávez (pero no precisamente con el Chavismo). A título personal considero que lo de las expropiaciones, no era lo correcto en su debida oportunidad, porque si una persona o varias, tenían tierras ociosas por no tener como invertir en ellas, lo lógico era ofrecerles apoyo (subvención-crédito) económico para que trabajaran dichas tierras, recuperaran la inversión, y hasta pagaran el crédito concedido como debía (debe) ser, por las instancias gubernamentales.

Aclarado el punto, dije, sostengo y mantengo, que apoyé y apoyo los logros del ex Presidente Chávez, porque si los hay, y muchos; incluso, los puedo enumerar. Pero obviamente entiendo que existen personas que, cuando uno hace 99 cosas buenas, alaban, pero haces una mala, condenan de por vida. Yo no, no es mi caso...porque no olvido las 99 cosas buenas, por causa de una cosa mala.

"Por ahora"...reitero, si simpatizar con Chávez es ser "Chavista" (en tres oportunidades lo vi de cerca y se me crispó la piel), entonces lo soy, pero en realidad lo que soy es Cordovista, Venezolanista, Aragüeñista, Zamoranista y Villacurnista; y reitero finalmente que reconozco y valoro lo que para bien hizo el ex Presidente Chávez; y los elementos negativos en su haber, puedo discernirlos con cualquier persona, en otro momento.

Así pues, he respondido a la pregunta escondida, de una persona que forma parte de mis apreciados contactos.

He dicho..!