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jueves, 27 de octubre de 2016

¡Dulce Compañía!

Cuando nacemos, el Máximo Creador nos asigna un compañero de por vida, que está a nuestro lado en todo momento. Es nuestro Ángel de la Guarda; pero muy pocas veces lo recordamos o lo mencionamos en nuestras oraciones, dándole gracias además, por cuidarnos y protegernos, sin límites ni condiciones, porque para ello fue encomendado por el Omnipresente.

En los momentos que nos invaden los aspectos negativos de este plano espiritual, es bueno invocarlo, y solicitar su presencia, para que nos auxilie con su presencia luminosa. Cuando le invocamos acude a nosotros en cuestión de segundos, para socorrernos en los momentos de dificultades o para compartir con nosotros, lo positivo.

Cuando estés en el interior de tu hogar, invócalo, cuando salgas a la calle, invócalo, cuando estés en tu lugar de estudios, invócalo, cuando estés en tu medio ambiente laboral, invócalo. Tu ängel de Guarda no dudará ni un instante en atender tu llamado; de hecho, lo debe haber hecho muchas veces, sin ser invocado, pero usted, tú, no sabe reconocer su presencia.

"Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día, tú eres mi protector, mi luz y mi guía, y sin tí me perdería".

He dicho...

martes, 25 de octubre de 2016

¡Estructura y Coyuntura: Realidad Venezolana!

Hemos llegado al punto donde, considero que la mayoría de los ciudadanos venezolanos, y extranjeros residentes en el país, incluso, la ciudadanía de otras naciones cercanas o distantes, se ha dado cuenta que, la estructura social de la República Bolivariana de Venezuela (Economía, Partidos Políticos, Ideología), se encuentra en un punto álgido, sin avances, pero sin retornos. Con una evidente estancamiento nacional.

La coyuntura social es delicada, caótica en realidad. La economía es precaria. La inflación, el desabastecimiento, el acaparamiento, y aunado a otros males sociales, el auge de los bachaqueros, en fin, todo el contexto socio-económico ha generado una crisis sin precedentes, porque ni siquiera antes del "Caracazo", los ciudadanos sobre el suelo venezolano, no habían vivido nada comparable con la realidad actual.

Los partidos políticos, de otrora y más recientes. Hacen su trabajo, cumplen sus funciones a media maquina, porque sus engranajes están afectados por la corrupción, la burocracia, el clientelismo, el amiguismo y el apadrinazgo, siendo sólo el reflejo de una parte de la sociedad en proceso de descomposición social (sea válido lo redundante), por causa de los anti-valores, probablemente heredados de la República previa.

Con relación a la ideología de los ciudadanos, se imponen de lado y lado, el capitalismo y el socialismo, llegando a fusionarse una con la otra, considerando que el mal llamado Socialismo del Siglo XXI, es absolutamente capitalista, y se refleja en el buen vivir de quienes hacen vida en la política ejerciendo cargos públicos y afines; donde se evidencia los bienes y las riquezas mal habidas.

Por añadidura, el deterioro de los cuerpos de seguridad del estado venezolano (tanto policiales como militares), también carcomidos por los vicios republicanos, ha conllevado a la proliferación de la delincuencia, con la correspondiente afectación de la ciudadanía en general, acorralada en sus hogares, instituciones de salud, educativas, religiosas, recreativas, centros de trabajo, entre otros espacios tanto públicos como privados.

¿Qué hacer ante la realidad que nos afecta a todos por igual? Seguramente, son numerosas las recetas económicas, políticas y ciudadanas que permitirían la paliación de la realidad venezolana, hasta llegar a la erradicación de todos los males que nos afectan psíquica, corporal, ambiental y espiritualmente. Pero, hay algo, o alguien, un grupo, un sector, que no permite enmiendas que nos conlleven a avanzar, progresar, prosperar, por el bien colectivo.

Sin lugar a dudas, urge un cambio de estructuras y coyunturas, desde las bases, desde el epicentro de la realidad venezolana, que es protagonizada por los venezolanos y extranjeros que hacen vida en común en el país. Urge un cambio en la mentalidad y en el accionar de los ciudadanos que forman parte de esta patria grande y hermosa, como lo es VENEZUELA. Urge que dejemos de pensar en un "yo" hermético y convertirlo en un "Nosotros" maneable. ¡Es el momento!

Si no es ahora, no será después...

He dicho...

lunes, 24 de octubre de 2016

¡Entre el Cielo y el Infierno!

Aunque mi intención no es hacer leña sobre el árbol caído, con los acontecimientos en la ciudad de San Juan de los Morros, recuerdo mucho la frase de un amigo que, al mudarse para San Juan, y yo preguntarle sus razones, me dijo en tono irónico, que lo hacía porque San Juan era una localidad muy segura, tranquila, sin tantos actos delictivos, etc, etc, etc (aunque la Real Academia de la Lengua, haya eliminado el etc = etcetera).

La verdad sea dicha. Comparado con Villa de Cura, San Juan de los Morros, es en vez de "La Puerta del Llano", pues es algo así como "La Puerta del Cielo"; pero resulta, que nada en esta vida, es como parece ser. Aparte que, cada quien ve lo que ve, y lo mide con el cristal de su preferencia, dicho así por el proverbio aquel que dice: "Depende, del cristal con que lo midas"...que por cierto no entiendo en su composición gramática y contextual, porque no sé como medir con un cristal.


Hoy, mi amigo, el que me respondió con tanta ironía en aquella oportunidad, y que ahora refiero, tuvo que abandonar su casa, sus cosas, porque dentro de ella no puede permanecer para disfrutar de todo lo que ha labrado con su trabajo diario y honesto...y se encuentra pernoctando en su casa materna aquí en su pueblo, mi pueblo, que según él mismo es "La Puerta del Infierno". Pero entiendo que más que un problema entre ciudadanos comunes, es una problemática generada por sujetos privados de libertad depositados en la Penitenciaría General de Venezuela (PGV)...pero no deja de ser un asunto social.

Veré si la vida me da la oportunidad de verlo con sus cachitos, su rabito y su tridente de diablito, en su estadía en el pueblo que lo vio nacer, que le dio mucho por tanto tiempo, y del cual, ni él ni nadie puede renegar, por más crítica que sea el contexto social que por causa de la delincuencia y la inseguridad, nos corresponde vivir, pero no por derecho de conciencia.

Que él, mi amigo me perdone, si le resulto irónico..! Y que conste, que no me alegro del mal ajeno..!

He dicho.

domingo, 23 de octubre de 2016

¡Que entre Políticos, no te veas!

Una de las tantas cosas que a mí no me gustan de la política o mejor dicho, de los políticos, es que para cumplir con las cuotas, cuando un candidato a la Presidencia, Alcaldía o Gobernación, llegan al despacho correspondiente, tienen que, obligatoriamente dar cargos a personas que no califican para ocuparlos, y no me refiero precisamente a calificación académica, sino ética y moral.

Me causa indigestión estomacal con la correspondiente evacuación de desechos (léase: Me causa dolor de barriga con diarrea), cuando se trata de personas que, por contribuir económicamente con los/las candidatos(as) -porque son personas pudientes- sólo califican por eso, por "Bajarse de la Mula", pero como lo expreso, están desprovistos de cualidades éticas y morales.


Dadas las circunstancias, eso es lo que me mantiene alejado tanto de los oficialistas como de los opositores, porque siento que han adoptado una conducta política que al parecer, no prescribe; pero que ha causado tanto daño a la sociedad venezolana y mundial; siendo lo peor, que no dan muestras de un cambio sustancial, que les permita recuperar la credibilidad.

Ojalá, que todas las personas que hacen vida política, pudieran entender lo que expongo con esta publicación (sin que se sientan agredidos), y que por las noches, en la tranquilidad de sus hogares, de sus habitaciones, y ante la almohada como confesionario o consejero, pudieran confesarse y a su vez, pedirle consejos a la almohada.

Ojo: Con mi comentario no hago referencia a ningún caso en particular, sólo lo digo de forma generalizada, por lo que me han contado y por lo que he visto. ¡Se han visto casos!

He dicho...

sábado, 22 de octubre de 2016

¡Entre la Vida y el Renacer!

Nacimos para ser longevos, es decir, para morir como Matusalen (bueno, en realidad es como mucho). Sin embargo, la realidad nos indica que no es así, que unas personas transitan brevemente este plano de existencia llamado España (es la tierra), siendo objetos mortales de enfermedades incurables o no controladas a tiempo, de accidentes domésticos, laborales y de tránsito, homicidios, suicidios, entre otros motivos o causas diversas.

En el caso que planteo, surge la pregunta: ¿Qué pasa con esas personas que se van antes de tiempo de este plano terrestre? Pues bien, unas personas dicen que se quedan como en una especie de limbo hasta que se cumple el tiempo asignado. en este caso, en la tierra, algo así como quedar penando.


Pero yo no lo creo ni lo considero así, porque en ese momento de la transición de la vida a la muerte, el creador nos abre las puertas a través de las cuales nos permitió la entrada al plano siguiente o sub-siguiente. En realidad, no es nacer y morir, es nacer y renacer, aunque cueste creerlo y admitirlo así.

La muerte, en el mundo occidental, es el final de la vida, pero en el mundo oriental, es el principio de la vida, después de la vida. No obstante, es un tema difícil de abordar, así como la muerte, que sabemos que en cualquier momento llegará, pero nunca pensamos en ello, ni estamos preparados.

A veces, es necesario documentarse sobre el tema, aunque de antemano digo, que no sirve de nada cuando se trata del dolor que se siente cuando vemos partir corporalmente a un ser querido. Sin embargo, leer sobre la temática, no está demás.

He dicho...