Hoy, 22 de Mayo de 2011, muchas personas amanecieron dándose cuenta de que en realidad, no ocurrió lo que predijo el señor Harold Camping; en otras palabras, no se suscito el hecho relacionado con el fin del mundo. Sin embargo, aunque pienso y creo que las predicciones de el mencionado señor, no son dadas por conocimiento divino, sino a título personal, y basado en suposiciones y en procedimientos matemáticos, yo, particularmente yo, estoy seguro, super seguro, que el conocimiento sobre el día, el mes, el año y la hora del Juicio Final, del período de Tribulación y del Fin del Mundo...sólo será entregado a seres de luz, a seres superiores, ya sea en la tierra como en el cielo.
Ocurre, lastimosamente, que el señor Harold Camping, de quien se expresan muchas cosas a favor y en contra, como sucede con cualquier otro mortal, ha incurrido en varias predicciones desacertadas, siendo la primera para el año 1994, cuando anunció segunda venida de Jesús de Nazareth. Pues, para este año 2011, también fue desacertado al referir que el día 21 de Mayo, ocurriría algo similar. Bueno, eso fue lo que interpretaron la mayoría de las personas, pero yo lo que interpreté es que se trataba de tres cosas que aunque se relacionan, son diferentes entre sí; siendo el Día del Juicio Final, el período de Tribulación y el Día del Juicio Final.
Todo lo que ha sucedido a partir de las predicciones del señor previamente mencionado, ocurren por muchas razones:
En primer lugar, por el afán de dicho personaje de interpretar la Biblia y de pretender quién sabe qué, al hacerse eco y portavoz de esas predicciones, que atentan por supuesto, contra la integridad física y mental de millones y millones de personas en todo el mundo. ¿Cuántos y cuántas no habrán vivido momentos de tortura y angustia, pensando en el día 21 de Mayo, como el día de la destrucción de la tierra?
En segundo lugar, por las acciones de los medios de comunicación impresos, audiovisuales y electrónicos, que han masificado las predicciones del mentado Harold Camping, sin detenerse a pensar en el daño colectivo causado con o sin necesidad.
En tercer lugar, cada uno de los seres humanos, usted, yo, todos, somos culpables de que otros y otras manipulen nuestras mentes y sobrepasen nuestra capacidad mental, por el simple y llano hecho de NO LEER LA BIBLIA, de NO ESTAR COMPROMETIDOS CON LA PALABRA DE DIOS, de HABERNOS ALEJADO DE LA ESPIRITUALIDAD, de la IGLESIA, entregándonos solamente a los PLACERES DE LA VIDA y a lo MUNDANO. Pero aún, el tiempo no está perdido de un todo. Aún tenemos tiempo para detenernos a pensar, para analizar, para internalizar lo que dice la palabra santa en la Biblia, y sobre todo, para rectificar en caso que transitemos por caminos equivocados.
En todo caso, yo no escribo esto por ser un iluminado, sino por ser un mortal con virtudes y defectos, pero comprometido conmigo mismo, siendo responsable de mis actos, y desde esas perspectivas, estoy consciente que el camino que Dios Padre nos ha construido para ir en pos de él, lo hemos desviado con creces y hoy, en el aquí y el ahora, es el momento oportuno para retomarlo. Para ello, no es necesario ir en la búsqueda de la santidad, porque muchos son los llamados y poco los elegidos, pero por lo menos, podemos intentar vivir conforme a los mandamientos divinos, conforma a la palabra de Dios Triuno, independientemente de la profesión que cada quien y cada cual, profese; mientras que a los ateos, a los que no creen, se les pide ser comedidos.
Señoras y señores, todavía estamos a tiempo de vivir como lo quiere Dios Padre desde el inmenso eterno. Ahora depende de cada ser humano, que se logre vivir en armonía con uno mismo, con los semejantes, y con el ecosistema, que incluye a las especies animales y vegetales. ¡Reaccionemos!
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