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martes, 3 de abril de 2012

¡Abajo los Zoofóbicos!

Dedicado a todas las personas que no toleran los animales: con la esperanza de que algún día, cambie su 
actitud hacia todos los animales...


Estoy totalmente consciente y seguro, de que a ningún mortal sobre la faz de la tierra, se le puede obligar a pensar, hablar, decir, y sentir, lo que sea contrario a la naturaleza de su ser. ¡Nada obligado, es bueno! Pero, creo que a veces, muchas veces, los extremos lucen muy peligrosos, y en ésta oportunidad, lo digo por aquellas personas que le tienen temor, miedo, repulsión y hasta asco, a los animales, pues bien, me refiero a los zoofóbicos o zoofóbicas. (¡Abundan!)

La zoofobía, de acuerdo a Mister Google, es ese "persistente, injustificado y anormal miedo a los animales, en general". Es a mi entender, una actitud personalísima de pocas o muchas personas (según sean los casos), y desde mi punto de vista personal, pienso y creo que en algunas situaciones, las personas con su adversión hacía los animales, se pasan y sobrepasan sus propios límites, al mostrar y demostrar tanta iniquidad contra un determinado animal.

Yo concuerdo, en que alguno(a) de mis lectores(as), sienta temor, miedo, repulsión y asco, hacia una cucaracha, un ratón, un sapo, una serpiente, o cualquier otro animal, más pequeño o más grande que los mencionados. Se y me consta, que en algunas circunstancias, cuando las personas están frente a uno de esos animales (u otros), pierden el control de sí mismos(as), dándolo lugar al pánico, al desespero, la angustia y un sinfín de sentimientos y sensaciones adversos.

No obstante, también concuerdo en que las personas zoofóbicas, al igual que las que sienten fobia por cualquier otro elemento de la madre naturaleza, persona, objeto o cosa (entre otros), son quienes quizás, como consecuencia de una situación estresante y traumática, como por ejemplo, haber sido mordido por una serpiente; desarrollan ese temor, miedo, repulsión y asco, tan desproporcionado hacia un animal en particular, como ocurriría con la serpiente, obviamente.

Pero, cuando la fobia no es focalizada, es decir, que no se concreta en un animal en particular, sino en todos los representantes de la faunística, entonces, definitivamente, se está ante un caso crónico, que en verdad, a mi parecer es digno de consideración, de estudios e investigaciones, porque caramba...¡Huele a culantro, pero no tanto! Y así sucede lamentablemente con una persona muy cercana a mí, quien manifiesta en todo momento, su desprecio total por los animales en general, e incluso, bajo algunas circunstancias ha llegado a ser despiadada con sus comentarios.

Opino, y tal vez soy mezquino o extremista al hacerlo, que nada ni nadie (incluidos los animales) que haya sido creado por el Todo Poder y Gloria, puede y debe ser objeto de tanto desprecio por parte de los seres humanos (entes facultados con la capacidad de raciocinio). Además, para eso existen los profesionales de las ciencias médicas (entre otras ciencias), formados, capacitados y preparados para estudiar, analizar, y prescribir las estrategias y tratamientos adecuados para erradicar o controlar alguna fobia. Entonces, ¿por qué no buscar ayuda médica o clínica?

En mi caso específico, yo le tengo "terror" a las culebras (soy ofidiofóbico), pero eso no me conlleva a odiar a las serpientes (como también se les conoce). ¡Simplemente las evito y ya! y si se me presenta una ocasión en la cual debo enfrentarme a una de ellas, trato de calmarme, porque en verdad entro en un estado de shok emocional, realmente sorprendente, pero he aprendido, gracias a diferentes técnicas especializadas, a controlarme de manera total. (Cualquier persona puede hacer lo mismo).

Yo, Jesús Efrén Córdova, recrimino a todas aquellas personas que con causa o sin causa justificada, son despiadados con todos los animales que existen en el orbe. ¡Abajo los zoofóbicos y zoofóbicas!

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