El 5 de Julio de 1811, en un acto que desde que se produjo, pasó a la historia, un grupo de ciudadanos y ciudadanas, logran la Declaración de la Independencia de Venezuela, y desde ese entonces, son innumerables los hechos y acontecimientos que se han producido a lo largo de los años. ¡Y vaya, que ya han transcurrido 200 años desde aquella gesta independentista!
200 años después, se precisa detenerse a pensar y analizar cada uno de los logros que se le adicionan a la historia venezolana. Evidentemente, son numerosos los logros e incluso los fracasos, éstos últimos sin embargo, deben ser asumidos como una oportunidad de resurgir en procura de lograr sólo triunfos en igualdad de condiciones.
Hoy, 5 de Julio de 2011, 200 años después, yo sólo espero y aspiro, que en Venezuela reine la paz, la justicia, el respeto, la solidaridad, la armonía, y toda una gama de valores humanos, que hacen trascendental la vida humana; mientras que necesario es, evitar los antivalores que tantos daños ha causado a la humanidad de todos los tiempos.
En esta fecha patria, tan especial y significativa, mi mayor deseo, es que mi país, tu país, nuestro país, sea como una casa grande en donde todos podemos vivir como hermanos, sin odios ni rencores, pero si con claras diferencias partidistas, porque cada quien tiene el derecho de afiliarse a alguna corriente ideológica dentro del contexto de las ciencias políticas. ¡Es algo inevitable, e incluso necesario para mantener el equilibrio social!
En concreción, felicitaciones para todos los venezolanos y venezolanas, extranjeros y extranjeras que habitan la tierra de Bolívar, enhorabuena por la celebración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela, haciendo oportuna la ocasión para convocarles a seguir trabajando por la patria libre y soberana, más allá de cualquier pretensión grupal-circunstancial.
Felicidades a todos y todas, por igual..!
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