Cada 23 de Abril, se celebra particularmente en Venezuela, el "Día del Libro", sin embargo, son pocas las acciones que se emprenden a nivel de las instituciones tanto públicas como privadas, para conmemorar dicha fecha, que se dedica a ese elemento tangible, que yo a título personal, considero que es "el mejor amigo del hombre" (aparte de los canes, por supuesto). ¡Ojalá que cada año, se sumen voluntades ante la necesidad de aperturar nuevos medios y canales para hacer de la referida fecha: "Una gran fiesta nacional".
¡Si señor!..así como lo pudieron leer en el párrafo anterior: "Una gran fiesta nacional", como debe y tiene que ser, porque el libro es un instrumento útil, por medio del cual, las personas pueden concretar la facultad de leer, y la lectura, sin temor a equívocos, es un proceso productivo, liberador, placentero, que conduce a un éxtasis tanto mental como físico. ¡Pero eso solo lo saben los asiduos lectores! Estoy seguro, que a quienes no les agrada leer, no comparten las mismas expresiones anteriores, conmigo.
Leer un libro, por más insignificante que éste parezca, deja algo positivo a la persona que encausa la lectura; y es que los libros, son fuentes inagotables del saber humano y universal, siendo por ende, sólo el resultado de numerosas facultades humanas, como el pensar, analizar, entre otras de inmensurable valía, en el aquí y en el ahora. Leer, permite a quien lo hace, vivir un mundo paralelo, lleno de magia y fantasía, salvo aquellos libros que en verdad, por su contenido, se distancian de las sensaciones placenteras.
Pienso, no en vano, que en las instituciones educativas, de todos los niveles y modalidades contempladas dentro de la Ley Orgánica de Educación (2010), se deberían multiplicar los programas, proyectos, planes y actividades que involucren al libro y la lectura, como elementos propios del crecimiento y el aprendizaje personal, con la visión puesta en un desempeño profesional a futuro, consustanciado con los intereses y necesidades de cada persona en particular, y los docente de aulas, al igual que los padres de los estudiantes, entre otros adultos significativos, deberían ser entes motivadores, y garantes del uso racional del libro y la lectura.
Por otra parte, a veces inquieta ver y saber que las computadoras, poco a poco han ido sustituyendo a los libros de imprentas, aunque ciertamente, las computadoras también son equipos o instrumentos tecnológicos, a través de los cuales se puede y se debe fomentar la lectura tanto para niños, niñas, como adolescentes, jóvenes contemporáneos y adultos mayores, sin dejar de valorar la importancia de los libros de imprenta, que jamás dejarán de ser tan esenciales.
Yo, aprovecho la oportunidad para exhortar a todos y todas a fomentar el valor y el respeto hacia el libro, y a celebrar año tras año, la fecha que se establece para ensalzar al mismo, como parte de nuestra vida, de nuestro proceso de enseñanza y aprendizaje, de nuestras vivencias y experiencias, de nuestro haber personal, en el presente. Recuerda siempre, que el libro, es un gran amigo.