¡Con lapiz y sin Papel!

Aunque usted, no lo crea..!

Nunca me cansaré de referir y repetir, que Venezuela, es un país generoso, con diversidad paisajística, fuentes inagotables de recursos naturales, renovables y no renovables, y un caudal de recursos humanos formados, capacitados y preparados, para desempeñarse en diferentes áreas y actividades del quehacer humano. Por eso es que pienso, considero y creo que: ¡Venezuela, es única...un país para querer!

Sin embargo, desde hace mucho tiempo en el pasado, la gran y hermosa Venezuela, es objeto de numeroso problemas sociales, con implicaciones en todos los sectores societarios, y derivado de ello, el nombre de la patria de Simón Bolívar: "El Libertador" (título intransferible, por cierto), siempre se posiciona como titular en los principales periódicos nacionales e internacionales; aunque yo muy particularmente, sólo celebro aquellas oportunidades donde redunda lo positivo y productivo.

Lamentablemente, dentro del contexto geográfico nacional, son continuas las situaciones problematizadoras, que sin lugar a dudas, afectan la calidad de vida de los(as) venezolanos(as) y extranjeros(as) residentes en el país. En la actualidad, y desde hace algunos meses en el pasado inmediato de la historia contemporánea; la nación venezolana, atraviesa por una etapa crítica, donde las necesidades colectivas se acrecientan, al parecer, sin medidas y alternativas de solución viables.

Los habitantes de Venezuela, salen a las calles, para sus lugares de estudios y trabajo, bajo la amenaza de ser víctimas del hampa; van a los supermercados y demás redes de distribución de productos para el uso y consumo humano, y son contados aquellos y aquellas que se consiguen; van a los centros de asistencia a la salud, y no hay ni siquiera alcohol isopropílico, ni algodón, gasas, nada de nada; y en fin, podría enumerar una serie de problemas más, pero prefiero no hacerlo, para concretarme el algo que me resulta asombroso: ¡No hay papel toilette!

Papel toilette (toalé, para ser más criollo), papel higiénico, sanitario o de baño (como también lo refieren), es un producto para el uso humano, que escasea a nivel nacional, como ha ocurrido (u ocurre), con otros productos de uso humano, como la crema dental o el jabón de olor (de baño); y aunado a ello, también escasean los productos de consumo humano, tales como: (a) la harina pan; (b) el aceite vegetal; (c) el/la azúcar; entre otros, que de paso, cuando se encuentran en el mercado, los consumidores deben pagarlos a precios elevados.

Pero, es el colmo de los colmos, que no se consiga el papel toalé, y verdaderamente da pena, que en otros países hagan comentarios burlescos, sobre la escasez de dicho producto para el uso humano; y que de paso, desde las instancias gubernamentales (altamente responsables de la situación), se tenga que proceder a importarlo de países como Bolivia (por ejemplo), que sin ánimos de ofender, es un país, que no posee las riquezas que si posee Venezuela...¡Aunque parezca mentira, que ahora Venezuela sea un país ricamente pobre!

Con lápiz y papel, pude escribir éste artículo (luego de casi tres meses sin hacerlo); pero con lápiz y sin papel con, continuamos en Venezuela, escribiendo un capítulo triste, de la historia nacional. Dios Triuno permita, que la situación actual, cambie para mejor.