¡Adiós a una Reina!

Aquí entre nos, se une al dolor que embarga a la familia y amigos de la siempre elegante, sencilla y humilde Carmen Susana Duijm Zubillaga, quien se ausenta de este plano terrestre, el día 18 de Junio de 2016, en el Estado Nueva Esparta, donde residía y trabajaba desde hace algunos años en el pasado.

Susana Duijm, como mejor se le conocía, nació el día 11 de Agosto de 1936, en la ciudad de Aragua de Barcelona, Estado Anzoáteguí. Su estatura era de 1,74, de ojos y cabellos negros. Fue descubierta en la Ciudad de Caracas, Distrito Federal, en el año 1955, e incursiona en el Miss Venezuela con notorio éxito. Ese mismo año concursa en el Miss Universo en EE.UU, figurando entre las 15 finalistas.

Posteriormente, participa en el Miss Mundo, aceptando la invitación de Eric Douglas Morley (ex Presidente del Miss Mundo), quien logró ver a Susana en el Miss Universo, y quedó agradada con su singular y natural belleza. Sin creérselo, la criolla logra conquistar al jurado del referido certamen mundial celebrado en Inglaterra, y así obtiene por primera vez para latinoamérica y para Venezuela, la corona mundial, más un automóvil, entre los premios.

Al entregar la corona del Miss Mundo, un año después, se dedica a la actuación y a la animación, participando en varias telenovelas y otros programas televisivos y radiales. Se casó con el argentino Martín Cerruti, con quien tuvo tres hijos, y se divorcia luego de 7 años de matrimonio.

Su hija, Carolina Cerruti, participó en el Miss Venezuela 1983, representando al Estado Anzoáteguí, siendo muy publicitada su participación por ser la hija de la primera Miss Mundo de latinoamérica y Venezuela. Carolina, logra atribuirse el lugar de 1er Finalista en el máximo evento de la belleza nacional, y de ese modo, representó al país en el Miss Mundo, pero sin éxito, como su progenitora.

El 15 de Septiembre del año 2005, la Organización Miss Venezuela y la Organización Cisneros, le rinden un merecido homenaje en el marco de la realización del Miss Venezuela de ese mismo año, donde pudo compartir con otras reinas venezolanas y las participantes de esa edición.

En sus últimos años, compartió residencia con su hermana en la quinta "1955" en La Asunción, Estado Nueva Esparta; y en ese tierra insular, tenía un programa de radio denominado: "De tono a tono con Susana". Su fallecimiento se produce luego de sufrir en evento cerebro vascular (ECV) que la dejó en terapia intensiva hasta el momento de su deceso.

Desde esta tribuna, sentimos el sensible fallecimiento de la Eterna Reina de Venezuela y del Mundo, y pedimos al todopoderoso, que le conceda un lugar privilegiado en la morada final, por los siglos de los siglos. Amén.

¡CLAP, CLAP, CLAP!

La situación país, generada por las inadecuadas políticas socio-económicas del actual Gobierno Nacional, liderado por el denominado presidente obrero: Nicolás Maduro Moros, ha conllevado al mismo gobierno de turno, a aplicar nuevas y constantes medidas erráticas, que en vez de solucionar la situación, la han empeorado, y no es porque lo diga yo, sino que la realidad, así lo indica.

Estamos bajo la sombra del "Caracazo" del año 1989, aquel funesto episodio de la historia de la Venezuela contemporánea, que dejó un saldo de establecimientos comerciales saqueados y bajas humanas, que no quisiéramos que se repitiera una vez más; pero no se puede ocultar la realidad, la verdad, y en varias entidades federales de la nación, se han reportado, intentos de saqueos y muchos de estos, perpetrados.

El pueblo o mejor dicho, los ciudadanos, la gente, tiene hambre. No es falso que, en la actualidad es difícil conseguir/comprar los principales productos de la cesta alimentaria, así como tampoco aquellos destinados a la higiene y el cuidado personal, mientras que los que se utilizan para los animales y las plantas, tampoco se consiguen. Es evidente el problema de la producción y la distribución.

Ahora, por iniciativa y mandato de Nicolás Maduro, aparecieron los CLAP (Comítes Locales de Abastecimiento y Producción / que debería ser al revés, porque primero se produce y después se abastece), pero resulta que esa medida populista -repito- en vez de mejorar la situación, la ha empeorado enormemente, y en los sectores populares las manifestaciones de descontento y enojo, son inocultables.

En la República Bolivariana de Venezuela, les guste o no a los oficialistas, desde las más altas esferas, a los niveles más subordinados, lo que hay que hacer es cambiar el modelo socio-económico, abrir los canales para la asignación de divisas, y sobre todo, producir. Aunque quizás, en la actualidad, sea un poco difícil, por el desfalco perpetrado a la patria, que tanto enaltecen con el cántico: ♫♪Patria, patria, patria querida♪♫

Es tiempo de cambiar, y si no se hace ahora, para luego es tarde...o es que acaso es preferible un "Venezolanazo", y por ende, pérdidas materiales y humanas. Aun hay tiempo para rectificar y retomar el rumbo hacia una Venezuela productiva, no obstante, si para lograrlo es necesario un cambio de gobierno (obvio), el deber ser es proceder por las vías democráticas, hasta que no quede otra alternativa.

He dicho en muchas oportunidades, y lo vuelvo a repetir, que los CLAP, son la soga que el gobierno se ha puesto al cuello, y los gobernantes tienen que tener cuidado, porque el pueblo, los ciudadanos, la gente, en cualquier momento, les pueden mover el banquito.

He dicho.

¡En cuatro partes!

Desde hace muchísimos años, los habitantes y vecinos de las comunidades, se unen y organizan para hacer valer sus deberes y exhortar en el cumplimiento de los deberes ciudadanos. Para ello, hacen uso de las figuras jurídicas, conocidas, antes como las Asociaciones de Vecinos, y ahora, como los Concejos Comunales.

Cabe destacar que, en cualquier de los dos casos, se trata de los órganos rectores de la organización comunitaria, que agrupa a los ciudadanos que habitan en una zona, área o sector específico. De hecho, cuentan con ciertas y determinadas atribuciones de ley, normas y reglamentos, aparte de estar amparadas por las leyes, como en el caso de la Ley Orgánica de las Comunas, que se promulgó en el año 2010.

Sin embargo, en el caso específico del Casco Central de mi pueblo (Villa de Cura, Aragua, Venezuela), se evidencia que dicho sector es sumamente amplio, y que el Concejo Comunal operante, no logra cubrir los intereses y necesidades de las personas que habitan en toda la periferia que se corresponde con la zona en consideración.

En una oportunidad -hace algún tiempo en el pasado- un grupo de vecinos del Casco Central tácito, propusieron que se dividiera el área en cuatro partes, y que en cada una de ellas, existiera un Concejo Comunal; pero resulta que, un dirigente comunitario, se opuso rotundamente y la propuesta no llegó a feliz término. Pero era altamente necesario hacerlo.

Años después se evidencia que sí era conveniente dividir al Casco Central de Villa de Cura, en cuatro partes, y ahora, con el asunto de la distribución de las Bolsas de Comida, por parte de los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (CLAP), propuestos por el Gobierno Bolivariano encabezado por Nicolás Maduro Moros.

En la actualidad, dividen el Casco Central en 4 cuadrantes, y solamente en el cuadrante 1, habitan más de 500 familias, que si las multiplicamos por tres o más miembros, calculen ustedes la magnitud demográfica de ese cuadrante nada más. En la misma línea, el Concejo Comunal no logra abarcar con sus acciones toda la jurisdicción central.

Es tiempo de retomar la propuesta de hacer la división en 4 partes, y que cada una tenga su Concejo Comunal; quedando estipulado así: Concejo Comunal del Centro -Cuadrante 1-, y así sucesivamente, hasta llegar al Cuadrante 4. Aseguro, que serán más los aspectos positivos, que los negativos.

He dicho...

¡Entre Deberes y Derechos!

La Declaración Universal de los Derechos Humanos Fundamentales (1949), y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, desde 1830 al año actual (2016), le confieren a los ciudadanos del mundo y de Venezuela, respectivamente, el goce y disfrute ético y moral de un sinnúmero de deberes y derechos ciudadanos, por cierto, irrenunciables e impostergables.

Por tanto, le corresponde a los "Gobiernos de Estados", garantizar el cumplimiento de los deberes ciudadanos, permitiendo a éstos, además, la posibilidad de ser objetos de la salud, alimentación, y tener acceso a la educación, creencias y religiones, pudiendo hacer cultura y deporte, recreándose en los valores de la vida y para la vida.

A título personal, considero que los deberes y los derechos se sustentan en los principios básicos de la ética y moral humana-ciudadana, y dentro del contexto de esa temática no deben existir limitaciones y menos, exclusiones de ninguna índole social, porque se atentaría contra la constitucionalidad propia de cada país.

Ahora bien, dentro de la vorágine social, sobre todo en la actualidad, los ciudadanos deben ser vigilantes del acontecer cotidiano, y contralores del haber espiritual, ético y moral, pero desde una perspectiva humanística, solidaria, incondicional; lejos de intereses personalistas egoístas y mezquinos.

Cada persona, en su justa dimensión humana, debe ser escritor, actor y protagonista de su vida, pensando siempre en un "yo" con implicaciones en el "nosotros", ofreciendo lo mejor de sí mismos, sin pecar de personalistas, de yoístas, y sin darle cabida al egocentrismo ni a la vanidad.

En la medida que seamos mejores ciudadanos, la sociedad irá cambiando de manera progresiva y paulatina, orientando las acciones hacia la satisfacción de las necesidades básicas, individuales y colectivas. Pero para ello, es necesario y fundamental, el trabajo en equipo, la mutua ayuda, la sana convivencia y la común unidad.