Dedicado a mi amigo: Richard Barroso...
Ahora en la paz de Dios Todo Poder y Gloria...
Es difícil escribir algo a alguien, cuando los sentimientos y las emociones, se constituyen en un punto de referencia contrario, ¡Si, contrario!, porque al momento de pensar y escribir esto, lo hago con mucho dolor, con mucha tristeza, con mucha nostalgia, y con la sensación latente, de no poder ver más, a un ser humano con virtudes y defectos, que sin lugar a dudas, se convirtió en mi amigo y mi hermano a la vez. Pues si, este escrito es para: RICHARD BARROSO, a quien muchos y muchas le decíamos: RICHI, con especial cariño y admiración, por ser una persona con grandes cualidades humanas.
Ciertamente, la historia entre mi amigo Richard o Richi, y yo, comenzó hace muchos años en el pasado, con una maladversión, que además era mutua. En otras palabras, Richi o Richard y yo, al principio nos profesamos un sentimiento negativo muy desagradable, por cierto. Él no me trataba, y este servidor, tampoco a él. A juicio de ambos, no nos caíamos bien, el uno al otro; pero, por circunstancias de la vida, un día, nos correspondió intercambiar unas palabras, y desde ese momento, comenzó un período de trato y conversaciones, que dieron inicio a una posible amistad...¡Tal cual, como luego sucedió!
En honor a la verdad, hasta hace poco tiempo, (menos de dos meses), la amistad entre Richard o Richi y yo, fue una vivencia sin igual, una experiencia única, rica en pensamientos humanizantes, conversaciones con palabras alentadoras, y de total apoyo y respeto desinteresado e incondicional. Hoy por hoy, aunque Richi o Richard, ya no está físicamente, y se ha producido su partida hacia un plano espiritual diferentes al terrenal, debo decir con orgullo y satisfacción, que conocí a una persona maravillosa, que conmigo siempre fue A-1...único e irrepetible en todos los sentidos.
Hace dos días, Dios Triuno, te hizo un llamado y tú acudiste Richi o Richard, y en ese momento tu respiración se quedó quieta, tus ojos se cerraron, y tu boca quedó sellada con un silencio sepulcral. ¡Te fuiste amigo! y ahora sólo queda el recuerdo de aquellos momentos compartidos como amigos, y más que como amigos, como hermanos...¡porque eso eras para mí! ¡No quiero decirte adiós, sólo voy a decirte: hasta luego! Y espero que algún día nos encontremos Más Allá del Arco Iris, en donde el sol brilla permanentemente, en donde las nubes son blancas y translúcidas, en donde la paz y la libertad son eternas; en donde yo se, que permanecerás como lo que fuiste, como lo que eres y como lo que siempre serás.
Richard...Richi...me vas a hacer mucha falta..! T.Q.M..!