En distintas oportunidades he escrito y publicado artículos a través de este blog, haciendo referencia sobre un tema, que siempre ha sido motivo de preocupación para mí. Pues bien, antes de continuar, quiero citar una frase de Mahatma Ghandi, y a partir de allí, una vez más me pronunciaré sobre una temática que me resulta muy particular, delicada y sumamente triste.
Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.
(Mahatma Ghandi)
Ciertamente, en una sociedad, donde los ciudadanos no tienen conmiseración con los animales, no se puede esperar nada bueno en el contexto del plano terrestre; y aunque a muchas personas les cueste admitirlo, los animales también son hijos de Dios; dicho y entendido así, para quienes creemos en Dios, como una fuerza creadora; para quienes no creen, no merece la pena el esfuerzo en un debate.
¡Pero bueno, al grano! Me preocupa el abandono de los perros(as) y gatos(as) en las calles, como consecuencia de las acciones que asumen las personas, a raíz de la situación país, que a la mayoría de los habitantes de Venezuela, nos aqueja de manera abrumadora, porque ciertamente las oportunidades para alimentarnos bien, son escasas y hasta nulas, en algunos casos.
La excusa de las personas, que abandonan a sus mascotas, es que no tienen las posibilidades económicas para darles de comer, pero al abandonarlas en la calle, les condenan a no poder comer ni siquiera una sola vez al día, o por lo menos, cuando la suerte así se los permita. En casa, a nuestro lado, pueden por lo menos, comer algo de lo que a bien dispongamos compartir de nuestros propios alimentos. Entre humanos dicen, que donde comen dos, comen tres; entonces porque no puede ser igual, con los animales...o mejor dicho, entre humanos y animales.
Amigos, amigas, recuerden que para los animales domésticos, como l@s perr@s y l@s gat@s, sobre todo cuando los tenemos desde pocos días de nacidos o pocos meses, después de sus nacimientos, nosotros los humanos, representamos para ell@s, su familia más cercana; y al abandonarlos en las calles, los condenamos a vivir sin el amor que solemos darles, y a enfrentarse a los peligros de vivir en un ambiente al cual no están acostumbrados.
Ell@s no se merecen una vida callejera, no se merecen tanta ingratitud, y repito, donde comen dos, comen tres, incluye a tu mascota, poquito, pero bendito, como dicen...y si no se puede, bueno, por lo menos intenta darlos en adopción o llevarlos al un albergue para animales, para que personas conocedoras del tema, ayuden a buscarle una solución a la problemática social, aquí abordada.
He dicho...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario