¡Yo no bebo!, ¡Yo sí!, ¡Sólo en ocasiones especiales!, son algunas de las innumerables expresiones verbales de las personas, con relación al consumo o no, de bebidas con grado de alcohol no isopropílico...es decir: "Caña", "Aguardiente". Aclaro de anticipo, que sólo me estoy refiriendo al caso de Venezuela, dado que vivo en el referido país, y me consta.
Es increíble, la cantidad de personas que consumen bebidas alcohólicas o espirituosas (como también las denominan dentro del contexto del argot popular), pero también es increíble la cantidad de personas que no las consumen. ¡Gracias a Dios! o ¡No saben lo que se pierden!...y lo expresó así, porque entre gustos y colores, no existen autores, y porque obviamente, cada quien es libre de hacer lo que mejor le parezca, o en el caso que compete, lo que mejor le apetezca.
Ciertamente, en Venezuela, todos los días son buenos para "tomar caña parejo", para "tomarnos unas birras" o "echarnos unas fríitas". Muchas personas lo hacen para celebrar el nacimiento de un nuevo ser, en el bautizo, el cumpleaños, en la primera comunión, en la confirmación, en el matrimonio, para celebrar el divorcio de alguien que no soportaba vivir en pareja, en la aprobación del nivel preescolar de un niño o niña, o cuando sale de 6to grado o del último grado de educación media, también en la graduación de un universitario, el día del padre, de la madre, del niño, del trabajador, "el día en que la rana echa pelos", en fin, toda ocasión es válida para "jartarse de aguardiente...hasta que el cuerpo aguante". (Lástima que el hígado no habla).
Dicen muchas personas, sobre todo los expertos en áreas de la salud, que el consumo de alcohol es dañino para la salud, otros galenos comentan que una cervecita al día, es buena para mantener en buen funcionamiento los riñones, pero bueno, creo que "cada monje con su hábito", y repito, cada quien es libre de hacer lo que le de la alcohólica gana. ¡Nadie es quien para juzgar a otras personas por su capacidad para ingerir aguardiente al rojo vivo!
Es curioso, pero totalmente cierto, que en Venezuela, se producen manifestaciones y protestas a diario, pero nadie protesta porque ya una caja de cerveza cuesta 100 bolívares fuertes (o débiles), pero si protestan porque un medicamento tiene el mismo valor. A nadie se le ha ocurrido hacer un "Paro Aguardientero" ni nada por el estilo, y menos, se le ha ocurrido a la revolución bonita misma, ni expropiar las industrias productoras de aguardiente, ni hacer que la caña escasee, así como tampoco, regular el precio de las bebidas alcohólicas. ¡Ah caray, ni el imperio mismo ha saboteado al respecto! ¡Creo que con el poder del aguardiente, nadie puede!
Pues bien, considero que lo lógico es que cada quien y cada cual, sea consciente en lo que respecta a consumir bebidas alcohólicas o no, pero de lo que si estoy seguro, es que éste escrito no lo hago a manera de crítica, sino para conllevarlos a una reflexión: "Beber no es malo, siempre y cuando no se convierte en un hábito que atente contra tu integridad mental y física...ni la de personas de su entorno"...(aunque mucho piensen, que tampoco es bueno).¿Entonces?
¡Que viva la cañandonga!