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lunes, 7 de noviembre de 2016

¡Docente...decente!

Desde mi perspectiva, ningún docente, de ningún nivel educativo (y obviando el inicial), puede llegar el primer día de clases o cualquier otro, diciéndole a los estudiantes al entrar al aula: ¡Que a él o ella, no le pasa la materia nadie! ¿Qué es eso vale? Obviamente, si los estudiantes estudian pasan su materia porque sí, y no hay nadie que lo pueda impedir. Los estudiantes tienen derechos y pueden hacer que valgan de aquí a Tucusiapón. Ningún docente es dueño del conocimiento. El conocimiento no es propiedad de estos(as). Así que, es un error garrafal, el de aquellos y aquellos que proceden de manera tan poco ética.


El deber ser de un docente, desde mi concepción pedagógica, sin ser bachiller de la República Bolivariana de Venezuela, debería ser el siguiente:

1.- Aplicar el formalismo de cortesía: "Buen día, Buena tarde o Buena noche".
2.- Saludar: ¿Cómo están, estudiantes?
3.- Presentación Personal: "Yo soy Jesús Efrén Córdova".
4.- Ofrecer apoyo educativo: "A partir de hoy, pueden contar conmigo para hacer más ameno el proceso de aprendizaje, y quedo de ustedes a la orden, para aquello en lo que les pueda servir, manteniendo las normas de cortesía y respeto ciudadano". ¡Bienvenidos!

¡Pero no! Todo parece indicar que la cortesía y el respeto se fueron de vacaciones colectivas indefinidas o están de paro.
Amigos docentes, eviten que el título se les haga nubes en el cerebro. Conserven la humildad, y sobre todo, mantengan siempre presente la pedagogía.

He dicho...

domingo, 6 de noviembre de 2016

¿Y por qué con ell@s?

En distintas oportunidades he escrito y publicado artículos a través de este blog, haciendo referencia sobre un tema, que siempre ha sido motivo de preocupación para mí. Pues bien, antes de continuar, quiero citar una frase de Mahatma Ghandi, y a partir de allí, una vez más me pronunciaré sobre una temática que me resulta muy particular, delicada y sumamente triste.

Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.
(Mahatma Ghandi)

Ciertamente, en una sociedad, donde los ciudadanos no tienen conmiseración con los animales, no se puede esperar nada bueno en el contexto del plano terrestre; y aunque a muchas personas les cueste admitirlo, los animales también son hijos de Dios; dicho y entendido así, para quienes creemos en Dios, como una fuerza creadora; para quienes no creen, no merece la pena el esfuerzo en un debate.

¡Pero bueno, al grano! Me preocupa el abandono de los perros(as) y gatos(as) en las calles, como consecuencia de las acciones que asumen las personas, a raíz de la situación país, que a la mayoría de los habitantes de Venezuela, nos aqueja de manera abrumadora, porque ciertamente las oportunidades para alimentarnos bien, son escasas y hasta nulas, en algunos casos.

La excusa de las personas, que abandonan a sus mascotas, es que no tienen las posibilidades económicas para darles de comer, pero al abandonarlas en la calle, les condenan a no poder comer ni siquiera una sola vez al día, o por lo menos, cuando la suerte así se los permita. En casa, a nuestro lado, pueden por lo menos, comer algo de lo que a bien dispongamos compartir de nuestros propios alimentos. Entre humanos dicen, que donde comen dos, comen tres; entonces porque no puede ser igual, con los animales...o mejor dicho, entre humanos y animales.

Amigos, amigas, recuerden que para los animales domésticos, como l@s perr@s y l@s gat@s, sobre todo cuando los tenemos desde pocos días de nacidos o pocos meses, después de sus nacimientos, nosotros los humanos, representamos para ell@s, su familia más cercana; y al abandonarlos en las calles, los condenamos a vivir sin el amor que solemos darles, y a enfrentarse a los peligros de vivir en un ambiente al cual no están acostumbrados.

Ell@s no se merecen una vida callejera, no se merecen tanta ingratitud, y repito, donde comen dos, comen tres, incluye a tu mascota, poquito, pero bendito, como dicen...y si no se puede, bueno, por lo menos intenta darlos en adopción o llevarlos al un albergue para animales, para que personas conocedoras del tema, ayuden a buscarle una solución a la problemática social, aquí abordada.

He dicho...

¡En este país, tu país, mi país!


A mí me gustaría vivir en Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU), pero no es como consecuencia de la situación país actual. Es un deseo manifiesto desde hace muchísimos años. Es más, aunque me digan loco (otra vez), mientras duermo, en mis sueños, me veo en ese país, feliz de la vida, e incluso, entiendo el idioma de las personas, cuando estás me hablan; mientras que las imágenes en mi subconsciente, son espectacularmente nítidas.

Ahora bien. En la actualidad, escucho y veo a muchas personas que se van de Venezuela, por causa de la situación país; y puedo entenderlo, es más, no lo critico. Sin embargo, hay algo que me llama la atención. Muchas personas que visitan o se residencian en otros países, al regresar hablan maravillas...sólo maravillas, como por ejemplo, que en tal país, uno no puede "comerse la luz roja del semáforo" (así decimos aquí: "Se comió la luz"), no se puede dar la vuelta en "U", y hay que respetar las normas, por ende.

Entonces, yo me pregunto: ¿Acaso en Venezuela no debe ser igual que en otros países? ¿No es necesario respetar la luz roja del semáforo, y circular sólo cuando la luz verde lo indique? ¿Acaso no es necesario evitar dar la vuelta en "U" en lugares no permitidos? ¿Cuál es la diferencia entre las normas de otros países y las normas de Venezuela? ¡Caramba! Creo que no existe diferencia alguna; pero lo que sucede es que en otros países, los ciudadanos sí respetan, las leyes se hacen para cumplirlas y los organismos rectores de la jurisprudencia hacen cumplir las leyes, a todos por igual. Tan sólo es un ejemplo.

¡Entonces, la diferencia es usted amigo venezolano, amiga venezolana, extranjeros y extranjeras residentes en Venezuela.! ¡Definitivamente, el problema es usted, soy yo, somos nosotros, los habitantes de este país! ¡Pues claro! Aquí tenemos al amigo que trabaja en Tránsito y con sólo llamarlo y hasta mojarle la mano (darle dinero), salimos del paso y aunque irrespetemos las señales de tránsito, quedamos libres, sin pagar multas y debiéndole una al pana de tránsito que es tremendo irresponsable y alcahuete.

Lastimosamente, estoy convencido que este país no va a cambiar, porque en definitiva quienes deben cambiar son los ciudadanos; y con mucha tristeza me he dado cuenta que no será así, por tiempo indefinido. Estamos siendo consumidos por los antivalores, los pecados capitales nos carcomen; nos gusta "la papaya" y no tenemos identidad nacional. Mientras sigamos por ese camino, vamos rumbo a un caos total, desde el cual, será muy espinoso el retorno a la cordura, a la ética, a la moral, las buenas costumbres y del deber ser.

He dicho...

jueves, 27 de octubre de 2016

¡Dulce Compañía!

Cuando nacemos, el Máximo Creador nos asigna un compañero de por vida, que está a nuestro lado en todo momento. Es nuestro Ángel de la Guarda; pero muy pocas veces lo recordamos o lo mencionamos en nuestras oraciones, dándole gracias además, por cuidarnos y protegernos, sin límites ni condiciones, porque para ello fue encomendado por el Omnipresente.

En los momentos que nos invaden los aspectos negativos de este plano espiritual, es bueno invocarlo, y solicitar su presencia, para que nos auxilie con su presencia luminosa. Cuando le invocamos acude a nosotros en cuestión de segundos, para socorrernos en los momentos de dificultades o para compartir con nosotros, lo positivo.

Cuando estés en el interior de tu hogar, invócalo, cuando salgas a la calle, invócalo, cuando estés en tu lugar de estudios, invócalo, cuando estés en tu medio ambiente laboral, invócalo. Tu ängel de Guarda no dudará ni un instante en atender tu llamado; de hecho, lo debe haber hecho muchas veces, sin ser invocado, pero usted, tú, no sabe reconocer su presencia.

"Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día, tú eres mi protector, mi luz y mi guía, y sin tí me perdería".

He dicho...

martes, 25 de octubre de 2016

¡Estructura y Coyuntura: Realidad Venezolana!

Hemos llegado al punto donde, considero que la mayoría de los ciudadanos venezolanos, y extranjeros residentes en el país, incluso, la ciudadanía de otras naciones cercanas o distantes, se ha dado cuenta que, la estructura social de la República Bolivariana de Venezuela (Economía, Partidos Políticos, Ideología), se encuentra en un punto álgido, sin avances, pero sin retornos. Con una evidente estancamiento nacional.

La coyuntura social es delicada, caótica en realidad. La economía es precaria. La inflación, el desabastecimiento, el acaparamiento, y aunado a otros males sociales, el auge de los bachaqueros, en fin, todo el contexto socio-económico ha generado una crisis sin precedentes, porque ni siquiera antes del "Caracazo", los ciudadanos sobre el suelo venezolano, no habían vivido nada comparable con la realidad actual.

Los partidos políticos, de otrora y más recientes. Hacen su trabajo, cumplen sus funciones a media maquina, porque sus engranajes están afectados por la corrupción, la burocracia, el clientelismo, el amiguismo y el apadrinazgo, siendo sólo el reflejo de una parte de la sociedad en proceso de descomposición social (sea válido lo redundante), por causa de los anti-valores, probablemente heredados de la República previa.

Con relación a la ideología de los ciudadanos, se imponen de lado y lado, el capitalismo y el socialismo, llegando a fusionarse una con la otra, considerando que el mal llamado Socialismo del Siglo XXI, es absolutamente capitalista, y se refleja en el buen vivir de quienes hacen vida en la política ejerciendo cargos públicos y afines; donde se evidencia los bienes y las riquezas mal habidas.

Por añadidura, el deterioro de los cuerpos de seguridad del estado venezolano (tanto policiales como militares), también carcomidos por los vicios republicanos, ha conllevado a la proliferación de la delincuencia, con la correspondiente afectación de la ciudadanía en general, acorralada en sus hogares, instituciones de salud, educativas, religiosas, recreativas, centros de trabajo, entre otros espacios tanto públicos como privados.

¿Qué hacer ante la realidad que nos afecta a todos por igual? Seguramente, son numerosas las recetas económicas, políticas y ciudadanas que permitirían la paliación de la realidad venezolana, hasta llegar a la erradicación de todos los males que nos afectan psíquica, corporal, ambiental y espiritualmente. Pero, hay algo, o alguien, un grupo, un sector, que no permite enmiendas que nos conlleven a avanzar, progresar, prosperar, por el bien colectivo.

Sin lugar a dudas, urge un cambio de estructuras y coyunturas, desde las bases, desde el epicentro de la realidad venezolana, que es protagonizada por los venezolanos y extranjeros que hacen vida en común en el país. Urge un cambio en la mentalidad y en el accionar de los ciudadanos que forman parte de esta patria grande y hermosa, como lo es VENEZUELA. Urge que dejemos de pensar en un "yo" hermético y convertirlo en un "Nosotros" maneable. ¡Es el momento!

Si no es ahora, no será después...

He dicho...

lunes, 24 de octubre de 2016

¡Entre el Cielo y el Infierno!

Aunque mi intención no es hacer leña sobre el árbol caído, con los acontecimientos en la ciudad de San Juan de los Morros, recuerdo mucho la frase de un amigo que, al mudarse para San Juan, y yo preguntarle sus razones, me dijo en tono irónico, que lo hacía porque San Juan era una localidad muy segura, tranquila, sin tantos actos delictivos, etc, etc, etc (aunque la Real Academia de la Lengua, haya eliminado el etc = etcetera).

La verdad sea dicha. Comparado con Villa de Cura, San Juan de los Morros, es en vez de "La Puerta del Llano", pues es algo así como "La Puerta del Cielo"; pero resulta, que nada en esta vida, es como parece ser. Aparte que, cada quien ve lo que ve, y lo mide con el cristal de su preferencia, dicho así por el proverbio aquel que dice: "Depende, del cristal con que lo midas"...que por cierto no entiendo en su composición gramática y contextual, porque no sé como medir con un cristal.


Hoy, mi amigo, el que me respondió con tanta ironía en aquella oportunidad, y que ahora refiero, tuvo que abandonar su casa, sus cosas, porque dentro de ella no puede permanecer para disfrutar de todo lo que ha labrado con su trabajo diario y honesto...y se encuentra pernoctando en su casa materna aquí en su pueblo, mi pueblo, que según él mismo es "La Puerta del Infierno". Pero entiendo que más que un problema entre ciudadanos comunes, es una problemática generada por sujetos privados de libertad depositados en la Penitenciaría General de Venezuela (PGV)...pero no deja de ser un asunto social.

Veré si la vida me da la oportunidad de verlo con sus cachitos, su rabito y su tridente de diablito, en su estadía en el pueblo que lo vio nacer, que le dio mucho por tanto tiempo, y del cual, ni él ni nadie puede renegar, por más crítica que sea el contexto social que por causa de la delincuencia y la inseguridad, nos corresponde vivir, pero no por derecho de conciencia.

Que él, mi amigo me perdone, si le resulto irónico..! Y que conste, que no me alegro del mal ajeno..!

He dicho.

domingo, 23 de octubre de 2016

¡Que entre Políticos, no te veas!

Una de las tantas cosas que a mí no me gustan de la política o mejor dicho, de los políticos, es que para cumplir con las cuotas, cuando un candidato a la Presidencia, Alcaldía o Gobernación, llegan al despacho correspondiente, tienen que, obligatoriamente dar cargos a personas que no califican para ocuparlos, y no me refiero precisamente a calificación académica, sino ética y moral.

Me causa indigestión estomacal con la correspondiente evacuación de desechos (léase: Me causa dolor de barriga con diarrea), cuando se trata de personas que, por contribuir económicamente con los/las candidatos(as) -porque son personas pudientes- sólo califican por eso, por "Bajarse de la Mula", pero como lo expreso, están desprovistos de cualidades éticas y morales.


Dadas las circunstancias, eso es lo que me mantiene alejado tanto de los oficialistas como de los opositores, porque siento que han adoptado una conducta política que al parecer, no prescribe; pero que ha causado tanto daño a la sociedad venezolana y mundial; siendo lo peor, que no dan muestras de un cambio sustancial, que les permita recuperar la credibilidad.

Ojalá, que todas las personas que hacen vida política, pudieran entender lo que expongo con esta publicación (sin que se sientan agredidos), y que por las noches, en la tranquilidad de sus hogares, de sus habitaciones, y ante la almohada como confesionario o consejero, pudieran confesarse y a su vez, pedirle consejos a la almohada.

Ojo: Con mi comentario no hago referencia a ningún caso en particular, sólo lo digo de forma generalizada, por lo que me han contado y por lo que he visto. ¡Se han visto casos!

He dicho...